Venecia es, sin duda, una de las ciudades más hermosas del mundo.

De hecho, es realmente difícil no ser cautivado por esta maravilla y  yo mismo, cuando voy  allí,  me enamoro de cada rincón.

Sin embargo, en sus alrededores,  hay ciudades realmente bellas que  merecen un viaje.

Entre estas ciudades hay que considerar:

• Verona

  

Verona  está a una hora en tren de Venecia.  Es una ciudad extremadamente romantica y inextricablemente vinculada a la historia de Romeo y Julieta contada por Shakespeare. Verona también es famosa por la Arena, el anfiteatro romano donde se organizan maravillosos conciertos líricos en el verano. Visitar Verona en un día es suficiente. Lo ideal es hacerlo en bicicleta, ya que el centro histórico es peatonal. El tour puede empezar desde la orilla del río – la ciudad es atravesada por el río Adige – y luego ir hacia el Castillo, plaza delle Erbe, plaza dei Signori con la torre Lamberti y por supuesto las casas de Romeo y Julieta.

• Sirmione

A pocos kilómetros de Verona se encuentra el principal lago italiano, el Lago de Garda. Aquí hay varios pueblos pequeños, el más hermoso de los cuales es Sirmione.

Para entrar en su centro histórico, se debe cruzar el castillo Scaligero. La particularidad de este pueblo es  estar rodeado por el lago por dos lados. También está relacionado con el poeta romano Catullo, que amaba pasar las vacaciones aquí y era el dueño de una villa que ahora se llamada “cueva de Catulo”.

• Valeggio sul Mincio

  

Es una ciudad de aproximadamente 15,000 habitantes en la provincia de Verona atravesada por el río Mincio y famosa sobre todo por via de Borghetto, un lugar de encanto que se caracteriza por la presencia de molinos de agua y de ruinas. Además, quien quiere puedo dar la vuelta en bici  al camino que conecta Mantua con Peschiera del Garda.

En Valeggio también  se encuentra el parque Sigurtà, un parque con más de 60 hectáreas considerado uno de los más bellos de Europa.

• Mantua

  

Desde la región  Véneto vamos a ir en Lombardía para descubrir Mantua. Después de cruzar el puente de San Giorgio, inmediatamente el viajero siente de estar en el renacimiento italiano y puede admirar el castillo con vistas al río Mincio, la hermosa Catedral, la casa de Rigoletto y el palacio ducal. Luego puede dirigirse hacia la plaza  delle Erbe, la antigua Basílica de San Lorenzo y la Basílica de Sant’Andrea.

La maravilla entre las maravillas es  pero  Palazzo Te, la residencia donde los Gonzaga organizaban sus fiestas.

• Ferrara

  

El Castillo de la familia Este, la Catedral, el Palazzo Schifanoia, el Ayuntamiento con su plaza, el Palacio dei Diamanti.

Ferrara es  realmente una magnífica ciudad de la Emilia Romagna que se puede descubrir a pie o en bicicleta. Es una ciudad universitaria llena de vida y garbo en la que siempre hay algo que hacer. También se come muy bien y esta es una circunstancia que merece la pena tener en cuenta