Al parecer no existe un perfil delimitado del administrador concursal, y al ser tan amplio siempre existirá una mayor demanda laboral, pese a que no sea bien recompensada económicamente, lo que hay que analizar es el porqué es un oficio o profesión tan llamativa: se presentan 9000 oferentes para un promedio de 5000 vacantes como bien lo dice el artículo. El problema de la designación se resuelve con la regulación de la profesión. En muchos Paises existe un sistema de pago para acceder a los cargos laborales, es decir, a parte de cumplir con unos requisitos de formación profesional y de experiencia para aplicar a el cargo deseado, se debe pagar unos derechos de participación, eso hace que se cierre un poco el círculo y realmente se presenten a la vacante los verdaderos interesados. (No todos van a pagar por presentarse a un concurso de designación laboral). Considero que el problema no es que se presenten tantos oferentes a determinadas vacantes, el problema es que no existan parámetros claros y de obligatorio cumplimiento que permitan un criterio de exclusión.
En conclusion, si es tan importante la figura del administrador concursal para el sistema jurídico y económico de un país, debe ser igualmente importante establecer criterios de inclusión para quienes ejercen está labor.